En 1993 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas.
En esta declaración la ONU definió la violencia contra la mujer como: “Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”.
La violencia contra las mujeres es de muchas formas: Física, sexual, psicológica y económica. Estas formas de violencia se interrelacionan y afectan a las mujeres desde el nacimiento hasta la edad mayor. Algunos tipos de violencia como el tráfico de mujeres cruzan las fronteras nacionales. |
Las mujeres que experimentan violencia sufren diversos problemas de salud y ven disminuida su capacidad para participar en la vida pública.
La violencia contra las mujeres afecta a familias y comunidades de todas las generaciones y refuerza otros tipos de violencia prevalecientes en la sociedad. La violencia contra las mujeres no es solo propia de una cultura, región o país específico, ni afecta a grupos particulares de mujeres en la sociedad.
El asesinato selectivo por razones de género llamado femicidio o feminicidio es también otra expresión de la violencia que sufren mujeres, niñas y adolescentes.
Las raíces de la violencia contra la mujer yacen en la discriminación persistente contra las mujeres.
La violencia contra la mujer afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA, la paz y la seguridad.
También se ha llamado la atención a que la violencia contra las mujeres y las niñas se puede evitar y que la prevención es posible y esencial.