¿De quién es esta escoba? La idea de que la escoba y el limpión vienen por “naturaleza” con sello de propiedad y responsabilidad de la mujer, aún cala en muchos hombres e incluso en un gran número de mujeres. Pero la equidad puede funcionar en el hogar si todos participan.

De quién debe ser la responsabilidad de la escoba y la limpieza del hogar es un tema que discuten muchas parejas y familias. Es cierto que los tiempos han cambiado. Un hombre limpiando la casa o lavando los platos era impensable hasta hace pocos años. Hoy, muchos hombres y mujeres creen que las labores domésticas deben ser compartidas, sin importar si ambos trabajan por fuera de casa. “Mi esposo y yo compartimos labores. Él se encarga de la cocina y yo del aseo de la casa; ambos trabajamos” dice Lina Yauri, una joven profesional caleña.
 
Por su parte, Alexandra Mazuera, profesional en Mercadeo, señala “Aunque fui educada en un hogar donde mi madre era la del aseo y mi padre el que salía a trabajar, siempre he pensado que si todos vivimos en la casa, todos debemos ayudar de una u otra manera, indiferente del aporte económico”
 
Sin embargo la dicha aún no es completa y la equidad en el hogar todavía no se logra. Pese a haber cedido bastante terreno, las mujeres hoy gastan hasta el doble de tiempo que los hombres en las tareas del hogar. 
 
De las nueve millones de horas anuales que se destinan para la limpieza y mantenimiento de los hogares colombianos, el 74% le corresponde a mujeres1.
 
“En mi casa no hay equidad en las labores de la casa. Intenté de muchas maneras, pero no fue posible. La crianza y los modelos fueron difíciles de modificar”, explica la fonoaudióloga Luz María Montañez.
 
En Argentina una encuesta revela que el 76% del trabajo doméstico es hecho por las mujeres. Nueve de cada diez mujeres cumplen las tareas del hogar, mientras que cuatro de cada diez hombres no realizan ninguna de ellas. En España las mujeres limpian su casa cuatro horas y media al día, dos horas más que los hombres2.

Entre cocinar, limpiar, ir a buscar agua o leña o cuidar de los niños y personas mayores, las mujeres realizan al menos 2,5 veces más trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que los hombres en el mundo, según ONU Mujeres.

Avances pero no completos
 
En muchos hogares la equidad está funcionando, pero en otros aún hay muchas brechas por cerrar. Algunos hombres “ayudan” a sus parejas con las tareas del hogar y cuando se involucran, lo hacen por alguna especie de “solidaridad” con las mujeres, visión que mantiene la creencia de que dichas tareas son responsabilidad de ellas. 
 
“Es casi imposible que mi esposo las haga (las labores de limpieza) sin que yo se lo pida; es decir, esperar que las haga por iniciativa propia y sin decirle nada es imposible” narra Estefanía Delgado, una profesional independiente.
 
Algunas mujeres, por su parte, siguen pensando que las labores del hogar les corresponden solo a ellas. De hecho, en el estudio de Colombia, el 45,4% de las encuestadas considera que las cosas deben mantenerse así.  
 
María Bernate, ama de casa y madre de tres hijos explica un poco estos hechos: “Pienso que no hay equidad, porque mi esposo trabaja de 5:00 am a 5:00 pm y llega a ayudar a la casa. Y yo estoy todo el día en el hogar; entonces me parece que él hace más que yo”.
 
 
Juntos puede funcionar
 
La equidad de género en las tareas del hogar es un tema aún pendiente. Pero como están demostrando muchas familias, la equidad funciona si todos participamos. Por ejemplo, si él cocina, ella lava los platos; si él barre, ella limpia los muebles; si la mamá limpia la cocina, los hijos pueden recoger las basuras.
La igualdad entre hombres y mujeres se logra cambiando la manera como nos comportamos cada día en nuestros hogares. Hagamos juntos que la equidad funcione.  
 
1 Boletín técnico. Cuenta Satélite de Economía del Cuidado. DANE, 2017.
2  Publicación de El País.com febrero de 2019.
 

 

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